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El Dogo Argentino


EL CRIADERO TANDIL

 

A unos cinco kilómetros de la progresiva localidad de Tandil, luego de recorrer unas pocas cuadras por un buen cuidado camino de tierra nos encontramos con la añosa arboleda de la estancia BellaVista de la familia Santamarina. En ella uno de los descendientes de esa prestigiosa familia, el Sr. Juan C. Santamarina en sociedad con el Sr. Ichiro Nores, hijo del Dr. Agustín Nores Martínez que junto con su hermano Antonio crearon la única raza de perros criollos internacionalmente reconocida, el Dogo Argentino, construyeron lo que creemos que debe ser uno de los criaderos de Dogos más completos. Safari inquieta siempre por informar a sus lectores sobre toda actividad ligada con la cinofilia, envía a un integrante de su Staff a conocer por dentro el movimiento de este Kennel criollo. El criadero Tandil.

Nos recibió don José C. Santamarina con su reconocida cortesía, en el recinto donde controla administrativamente su criadero. En un agradable ambiente en cuyas paredes podemos observar numerosas cabezas de trofeos embalsamados, además de fotografías de sus Dogos en acción con jabalíes y pumas. En uno de sus extremos nos muestra los archivos y el escritorio desde donde se controlan los pedigríes, servicios, vacunaciones, lechigadas y etc. del criadero, trabajo éste que le demanda hasta dos días semanales. Nos dice nuestro entrevistado que en el Dogo Argentino como en cualquier otra raza que cumpla una función específica, en este caso la de caza mayor, el control de suficiencia debe ser muy estricto. Nosotros cuidamos este detalle hasta el punto de probar cada padre y madre cazando, todos nuestros machos y hembras sin excepción salen continuamente a cazar. Una vez que los Dogos cumplen seis meses de edad, comienzan a salir con perros adultos, las primeras dos veces atados, luego ya pueden integrar la jauría. Mi socio Ichiro Nores en estos momentos no se encuentra con nosotros por estar cazando en la Pampa con cuatro de nuestros Dogos, ente ellos una cachorra hembra en etapa de aprendizaje. No ofrecemos generalmente perros adultos pero sabemos que nuestros cachorros son hijos de padres y madres cazadores. El Dr. Agustín Nores Martínez habla en su libro "El Dogo Argentino" sobre la necesidad de la gimnasia funcional en esta raza, si dejaran de cazar por varias generaciones ocurriría lo que con muchas razas de perros de caza, se transformarían de valientes gladiadores que son en perros "falderos".Mientras nos va informando de las características de su criadero, Don Juan Carlos nos lleva a conocer los Kennels: son tres construcciones de material con dos kennels cada una rodeado de alambre tejido y con todas las jaulas abiertas, y nuestro entrevistado nos informa que parte del entrenamiento es el de orientar su instinto cazador hacia los animales que uno desea, jabalí, puma, zorro, etc. Los Dogos de pequeños muerden todo lo que se mueva a su alrededor por lo que adoptamos con mucho éxito el sistema de criarlos sueltos entre animales domésticos para así familiarizarlos con ellos. A veces por supuesto hay algún rebelde que intenta cazar una gallina o una oveja pero un oportuno reto lo hace desistir de su propósito. Estos casos son los menos, la prueba la tenemos a la vista, ya que en estos momentos hay nueve dogos adultos y varios cachorros libremente por la estancia entre los animales sin problema alguno. Un solo lugar les es vedado y está por supuesto debidamente protegido, es donde el Criadero Tandil mantiene los jabalíes y pumas para los entrenamientos y las muestras de carácter. A los cachorros se los enfrenta, sin hacerlos pelear, con un puma. Ya sabemos por experiencia y por la reacción del cachorro cuales son sus condiciones de cazador si aguanta la acometida del puma enojado que se abalanza contra el alambre que los separa, sabemos que va a responder como generalmente ocurre. Hasta el momento no hemos tenido problemas de este tipo con los dogos porque cuidamos con mucho celo las líneas de sangre pero no queremos sorpresas y estos controles son la forma de evitarlos. El puma se encuentra en una gran jaula en un lugar apartado protegido con alambre tejido. Su vida, salvo los encuentros esporádicos transcurre plácidamente comiendo y durmiendo. Los jabalíes tienen también sus chiqueros en un lugar apartado, cuentan con construcciones de cemento, baños (les gusta mucho el agua) y comederos. Por el momento el criadero dispone de dos chiqueros pero se planea aumentarlos a medida que tengamos más ejemplares pues no sólo van a cumplir funciones de entrenamiento para los dogos sino que en pocos meses más el Criadero Tandil va a contar con suficientes ejemplares como para proveer las necesidades de nuestra plaza y del extranjero de su tan preciada carne. Contemplamos proveer también de jabalíes a cotos que vean mermada su población de estos suinos por el abuso de caza o tengan necesidades de cambio de sangre para evitar consanguineidad, etc. Calculamos poder iniciar nuestra "Operación Jabalíes" en aproximadamente seis a ocho meses. Los controles y vacunación de estos animales son similares a los del "chancho doméstico".Vamos llegando al final de nuestro recorrido y lamentablemente nos vemos en la necesidad de pensar en el regreso, pasamos un magnífico día en compañía de alguien que evidentemente hace lo que más le gusta, sin duda el camino más directo al éxito. Le preguntamos a Don Juan Carlos si tiene algún consejo para darle a los propietarios de Dogos Argentinos, y nos responde: si, varios, pero me voy a reducir a tres únicamente: tengan especial cuidado en conocer el origen del pedigree de su dogo pues dado el gran interés que ha despertado esta raza en nuestro país y en el exterior, han surgido los eternos inescrupulosos que venden cualquier cachorro blanco mestizo por dogo, muchas veces en exposiciones me encuentro con gente que me pregunta por qué su perro no sale cazador, carece de carácter, etc, pregunta a la que invariablemente respondo que no compren Dogos sin pedigree -que no caigan en el viejo cuento de "los padres tenían pedigree pero no me preocupé de sacar el de los cachorros, pero son puros, etc." Otro de los problemas graves es el de la gente que tiene a su dogo en un apartamento y no lo saca a correr o cazar. Nuestra raza criolla es un perro de caza, no lo haga sufrir encerrándolo entre cuatro paredes, sáquelo en cuanta oportunidad tenga, al campo o a cualquier lugar abierto. La tercera y más importante es que el dogo tiene un fantástico instinto de caza pero no nace sabiendo. Oriéntelo hacia lo que Ud. quiere que cace, sáquelo con otros perros cazadores y va a notar que aprende facilmente. Hágalo correr. Por más herencia ancestral que tenga, si no está debidamente entrenado le será muy difícil alcanzar la presa o se va a fatigar fácilmente o el jabalí lo lastimará pues su coraje lo lleva a prenderse en cualquier condición sin medir consecuencias.
Evite todo esto enseñándolo como es debido. Estoy seguro que nadie pretendería que un hijo del ganador del Carlos Pellegrini siquiera pudiera competir en una carrera sin la debida preparación y entrenamiento; con el mismo criterio debe encararse la enseñanza de un Dogo Argentino.Unicamente aquel que haya visto a su Dogo en acción ante un jabalí puede comprender la satisfacción que esta magnífica raza Argentina le depara a su amo.Nos despedimos de don Juan Carlos Santamarina agradeciéndole las atenciones dispensadas y emprendemos nuestro regreso a Buenos Aires. Sentados frente a nuestra máquina pensamos sobre la importancia de lo logrado por estos dos jóvenes al transformar un deporte que los apasiona, como es la caza mayor, en su medio de vida. Les auguramos el éxito que merecen.

Artículo de la Revista Safari