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Este artículo es SOLAMENTE a título informativo.
JAMAS administre medicamentos, ni diagnostique, ni haga tratamientos por su propia cuenta.

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LEPTOSPIROSIS

Es una enfermedad que infecta tanto a los animales como a los humanos. Dentro de esta especie (leptospira) hay muchos diferentes tipos de cepas, de éstas hay ocho que son de importancia para los perros y que producen diferentes niveles y tipos de la enfermedad dependiendo del animal infectado. Hay vacunas disponibles para evitar esto pero generalmente solo para una o dos de las cepas más comunes. Desafortunadamente la vacunación contra una cepa no proteje contra otra. Las vacunas que hay para perros protejen contra la cepa Canicola y la Icteroheamorrhagiae. Estas dos cepas han disminuído pero lamentablemente otras que infectan a los perros como las cepas Grippotyfosa, Pomona y Bratislava han aumentado ultimamente.

Transmisión

 

Se transmite entre perros a través del contacto con orina infectada, por transferencia venerea y placental, lastimaduras por mordidas de otros perros infectados, o por la ingesta de tejido infectado. El amontonamiento de perros como puede ocurrir en un kennel, en una exposición, etc. puede incrementar la propagación de la infección. La transmisión indirecta ocurre a través de la exposición de los animales susceptibles, a aguas contaminadas, comida o mismo al lugar donde duermen. El agua estancada provee un hábito bueno para la leptospira.

El congelamiento reduce muchísimo la vida de este organismo en el ambiente, esto explica por qué las infecciones son más comunes en verano y otoño y por qué se da más en zonas de climas calurosos.

Infección

La bacteria 'leptospira' penetra las membranas mucosas o la piel lastimada y se multiplica rápidamente entrando al sistema sanguíneo. De allí se propaga a otros tejidos incluyendo riñón, hígado, bazo, sistema nervioso, ojos y tracto genital. Como el cuerpo pelea contra esta infección, la leptospira se va de casi todos los órganos pero puede permanecer en los riñones y ser esparcida por semanas o meses a través de la orina. El daño producido a los órganos internos varía dependiendo de la cepa y del huesped infectado. Luego de 7 u 8 días de infección el animal comenzará a recuperarse si el daño a los riñones o hígado no ha sido muy severo.

Las infecciones en los perros con serovars (cepas) Canicola y Grippotyphosa han sido asociadas a la infección del riñón (con una afección minima al hígado); mientras que el serovar Pomona y el Icterohemorrhagiae sí producen una enfermedad directamente en el hígado. Los perros menores a seis meses tienden a desarrollar más casos de enfermedad en el hígado sin depender del 'serovar' (cepa).

Síntomas

En las infecciones agudas hay fiebre, de 103 - 104 grados F, escalofríos, y flojedad muscular como primeros síntomas. Luego pueden darse vómitos y una rápida deshidratación. Los perros infectados severamente pueden tener hipotermina, deprimirse y morir mismo antes que haya daños a los riñones e hígado.

En infecciones sub-agudas el animal generalmente tiene fiebre, anorexia, vómitos, deshidratación y mucha sed. El perro puede no querer moverse por dolores musculares y en los riñones. Los animales con el hígado comprometido pueden desarrollar ictericia. Los que tienen el hígado y los riñones comprometidos pueden comenzar a mostrar mejorías en la función de los órganos luego de 2 a 3 semanas, o pueden desarrollar fallas renales crónicas. La mayoría de las infecciones de leptospirosis son crónicas o subclínicas (esto es que pueden pasar desapercibidas o con una pequeña letargia del animal con curación espontánea) . Los perros que se han vuelto con la infección crónica pueden no mostrar signos externos pero esparcir la bacteria en forma intermitnte a través de la orina por meses o años.

Diagnóstico

Un diagnóstico positivo se puede hacer a traves de un test de sangre. Esto testea los serovars individuales (cepas) y el nivel de anticuerpos contra ellas. Dependiendo del nivel de anticuerpos se puede hacer un diagnóstico positivo para una cepa específica. El nivel de anticuerpos (titer) puede ser negativo durante los 10 primero días luego de la infección inicial por eso muchas veces se toman muestras adicionales para poder obtener un diagnostico positivo. La vacunación previa puede elevar el nivel de anticuerpos (titer), esto debe tomarse en cuenta al interpretar los tests.

Los perros infectados seriamente o que ya son crónicos esparcirán la leptospira con su orina. Es posible hacer un cultivo de la orina y también tener un diagnóstico positivo. Sin embargo, como la esparcen en forma intermitente y no contínua, ésta no es la mejor manera de diganosticar la enfermedad.

Tratamiento

El tratamiento consiste en la administración de antibióticos, restitución de fluídos, y controlando los vómitos y los problemas asociados a las infecciones de hígado y riñón. La penicilina o uno de sus derivados es el antibiótico que se elije para tratarla en forma inicial. Luego de que la infección inicial es controlada, generalmente se usa la 'doxycycline' para curar y prevenir un estado potencial de larga duración. Los fluídos intravenosos o subcutáneos generalmente se dan para corregir la deshidratación mientras se tratan los problemas correspondientes al riñón o al hígado.

Vacunación y Prevención

La prevención incluye mantener a los animales fuera de contacto con fuentes potenciales de infección como aguas contaminadas, reservorios de vida salvaje, o animales domésticos que están infectados o que tienen la enfermedad crónica.

Hoy hay diferentes vacunas para una gran varidad de especies de 'serovars'. Las que hay para perros son las que son quimicamente inactivadas (muertas) pero que desafortunadamente son las que más cuasan reacciones a la vacuna. Las vacunas contra la leptospirosis son culpables de muchas reacciones. Hasta el comienzo del año 2000, las vacunas contra la leptospirosis solo protegían contra la L. Canicola y la L.Icterohaemorrhagie. Una nueva vacuna ahora progete contra el serovar L. Grippotyphosa y el Pomona.

La vacuna contra la letpo. da de unos 6 a 8 meses de protección. Los perros que tienen grandes riesgos de contraerla deberían ser vacunados dos veces por año. Los cachos generalmente no son vacunados antes de las 8 semanas de vida. Si se da la vacuna, el animal debería recibir de dos a tres dosis de la misma espaciadas en varias semanas. Asegurese de seguir la recomendación del fabricante de la vacuna y de su veterinario. Como la vacuna no proteje contra todas las cepas, y como tiene alta incidencia de reacciones en los perros y como se necesita una vacunación muy frecuente, muchos vets. han empezado a recomendar la vacunación contra la lepto. solo a los perros con alto riesgo de contraerla. Pero como esta puede ser también una enfermedad muy seria, yo recomiendo que todos los dueños de mascotas consulten con su vet. local para determinar los riesgos que puede correr el animal en su zona, etc. Por mi parte no creo que lo mejor sea no vacunar. Pero sí estudiar bien los riesgos tanto de la no vacunación como de ella. (va en otro artículo algo sobre Reacciones adeversasa las vacunas).

 

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