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Este artículo es SOLAMENTE a título informativo.
JAMAS administre medicamentos, ni diagnostique, ni haga tratamientos por su propia cuenta.

Recurra SIEMPRE a su Veterinario

 

EL PERRO ANCIANO

El proceso de ENVEJECIMIENTO y cómo podemos ayudar a nuestro perro a adaptarse a él:

Cambios en sus necesidades nutricionales:

A medida que el perro envejece, su metabolismo cambia y sus necesidades de calorías disminuyen. Como su actividad también disminuye, sus necesidades energéticas disminuyen entre un 10 y un 20%. Si alimentamos al perro anciano con la misma cantidad que lo alimentábamos cuando era jóven, solo engordará. Como el metabolismo del cuerpo cambia, se quedan con toda la grasa, esto contribuye a la obesidad y éste es uno de los problemas mayores en los perros ancianos. Se debe aumentar las fibras y disminuir la grasa.

Movilidad:

Es común que sufran de artritis, especialmente las razas grandes. Pueden tener dificultad entonces para subir y bajar escaleras, saltar dentro de la camioneta o caminar en terrenos escabrosos.

Al igual que le pasa a la gente con sus músculos ('si no los usas, los pierdes'), los perros ancianos que estén inactivos perderán masa muscular y tono. Esto puede dificultarles aún más el movimiento, entonces se mueven menos, y así comienza el círculo vicioso. El ejercicio es importante para sus músculos, para su corazón, para su sistema digestivo y para su actitud.

Constipación:

A medida que un perro crece, el movimiento de la comida a través de su tracto digestivo disminuye. Esto puede traer como resultado la constipación. Y esto se ve incrementado en perros que sufren al mover su intestivo como los que sufren displasia de cadera y enfermedad en sus glándulas anales.

La inactividad también contribuye a la constipación. Tomar mucha agua los ayuda. Tenga en cuenta también que la constipación puede ser un síntoma de alguna otra enfermedad seria por lo que debería verlo un veterinario.

 

 

Disminución en su habilidad para 'pelear' contra las enfermedades:

A medida que crecen, su sistema inmune ya no funciona en forma tan efectiva y son más propensos a adquirir enfermedades infecciosas y éstas en un perro anciano son mucho más graves que en un perro jóven. Es importante que lo tenga al día con las vacunas.

Corazón:

A medida que el corazón envejece, pierde eficiencia y no puede bombear tanta sangre en el período de tiempo apropiado. Las vávulas pierden elasticidad y esto también contribuye al mal funcionamiento del bombeo. Estos cambios son bastante comunes pero pueden haber otros más complicados. Esto se puede controlar con electrocardiogramas y ecocardiogramas. Existen medicamentos dependiendo del tipo y de la severdad de la enfermedad.

Pulmones:

Pierden elasticidad y su habilidad para oxigenar la sangre disminuye. Los perros ancianos son propensos a infecciones respiratorias.

Riñones:

También aumenta el riesgo de enfermedades en el ríñón. Esto puede deberse a cambios en el riñón mismo o ser el resultado de la disfunción de otros órganos como el corazón que, si no funciona correctamente, hace que la sangre que fluye a los riñones disminuya. La funcionalidad de los riñones puede medirse a través de tests de sangre y análisis urinarios. Estos tests pueden identificar bien problemas del riñón antes de que se vean los signos físicos de la enfermedad. El síntoma más frecuente de que algo anda mal en los riñones es que beben mucha más agua y orinan también mucho más, pero esto no se nota más o menos hasta que el 70% de la función del riñón ya está perdida.

Hígado:

A pesar de que el hígado tiene una increíble y única habilidad de regenerarse a si mismo cuando se lastima, el hígado de los perros ancianos es como todos sus otros órganos: ya no tiene tantas habilidades. Decrese su habilidad de desintoxicar la sangre y producir encimas y proteínas. Como el hígado metaboliza muchos medicamentos y anestésicos, las dosis de estas drogas debe tenerse muy en cuenta si el hígado no está funcionando como debe.

Glándulas:

Algunas tienden a producir menos hormonas y otras tienden a producir más. Los problemas hormonales son un desorden común en los perros ancianos y la propensión a desarrollar algún problema a veces está relacionado con la raza. El Golden Retriver, por ejemplo, tiene mucha tendencia a desarrollar hipotiroidismo. Los análisis de sangre ayudan a diagnosticar estas enfermedades y muchas de ellas se pueden tratar con medicamentos.

Próstata:

Cuando un perro que no ha sido castrado llega sus ocho años de vida, tiene un 80% de posibilidades o más, de desarrollar alguna enfermedad en su próstata, pero raramente es cáncer. En la mayoría de los casos la próstata solamente se agranda, pero ésto puede causar problemas al orinar y defecar. Los perros que no han sido castrados deberían chequear sus próstatas como parte del exámen físico. El riesgo de problemas puede decrecer mucho si el perro es castrado.

Glándulas mamarias:

Las hembras pueden desarrollar ciertas durezas en sus glándulas mamarias debido a la infiltración de tejido fibroso. El cáncer de mama en perras no castradas es común. Este cáncer es el más común en las hembras y también el más maligno. Es bueno entonces que sus glándulas mamarias sean chequedas en los exámenes físicos.

Médula:

Más arriba hablamos de la tendencia de los perros ancianos a asimilar más grasa. Esta grasa puede infiltrarse en la médula, la cual es responsable de 'fabricar' glóbulos rojos que acarrean oxígeno, y glóbulos blancos que 'pelean' contra las enfermedades. Si la médula se ve suplantada por grasa se puede entonces también producir anemia.

 

 

Sistema nervioso y cambios de comportamiento:

A medida que el perro crece, las células nerviosas mueren y no se reemplazan. En algunos casos, algunas proteínas pueden comenzar a rodear las células y hacer que éstas funcionen mal. La comunicación entre las células nerviosas también puede verse alterada. En algunos perros, los cambios en su sistema nervioso son tan serveros que hacen que cambie hasta su comportamiento. Esto puede incluír confusión, desorientación, menos descanso en la noche, disfunsión en el entrenamiento que se les ha dado en la casa (en la conviencia con los humanos), pueden dejar de reconocer amigos o miembros de la familia.
Pierden la habilidad de luchar contra el stress y cambia su comportamiento. Puede aparecer ansiedad por separación, agresión, fobias a ruidos y pueden comenzar a 'vocalizar' mucho más (ladrar, gemir, etc.) Hay medicación para estos casos. Como ellos no pueden manejar bien el stress, traer un cachorro a casa teniendo un perro ya anciano, no es una buena idea. Es mejor traer el cachorro cuando el perro aún tiene movilidad y puede apartarse del cachorro (si éste lo está molestando) , cuando aún no tiene dolores, escucha bien, etc.

Temperatura:

También decrece su habilidad para regular su temperatura corporal. Esto quiere decir que se adaptan menos a los cambios de temperatura. Los perros que podían manejarse bien en climas muy fríos cuando eran jóvenes probablemente ya no puedan hacerlo. Lo mismo con el calor.

Oído:

Algunos van perdiendo el oído, pero cuando la pérdida es poca, nosotros no nos damos cuenta, recién lo hacemos cuando la pérdida ya es severa. El primer signo puede parecer como si el perro estuviera agresivo. En realidad, lo que pasa es que al no darse cuenta (al no oir) a una persona que tenga cerca, cuando por fin se da cuenta, reacciona asustado y mal. Los dueños también pueden darse cuenta de que el perro ya no obedece ordenes (es que ya no las escucha).
La pérdida de la audición no es reversible, pero algunos cambios en la interacción con el perro pueden ayudar. Una de las razones buenas de enseñar ordenes con señas de nuestras manos a un perro jóven, es justamente para que cuando llegue a anciano pueda seguir comprendiéndolas.

Ojos:

Muchos perros pueden desarrollar una condición llamada 'esclerosis nuclear'. En esta condición, el lente del ojo aparece como nuboso, sin embargo el perro puede ver perfectamente. Muchos dueños se preocupan porque creen que sus perros tienen 'cataratas' (que sí afeacta la visión), cuando en realidad lo que tienen es 'esclerosis nuclear'. Las cataratas son también comunes en perros ancianos de ciertas razas, así como lo es el glaucoma. Los exámenes oftálmicos también deben formar parte de los exámenes que se le hacen a su perro.

Las enfermedades dentales:

Son algo muy pero muy común y lo que más vemos a simple vista en los perros ancianos. Los estudios muestran que ya desde los tres años de edad el 80% de los perros comienzan a mostrar signos de alguna enfermedad dentaria. Esto puede ayudarse con cepillados dentales y con una limpieza hecha por un profesional.

Piel y pelaje:

Como en la gente, los perros comienzan a aparecer canas, especialmente en el hocio y alrededor de los ojos. El pelaje se vuelve más fino, y esto también puede ser un signo de enfermedad o deficiencia nutricional. Los ácidos grasos pueden ayudar a recuperar algo del brillo y grosor de su pelaje. Si su pelo cambia en forma muy significativa debería verlo un veterinario.

También su piel se vuelve más fina, menos elástica y por lo tanto más expuesta a lastimaduras. Algunos desarrollan múltiples tumores benignos de piel, que no tienen por qué ser removidos a no ser que sean muy traumáticos. También pueden tener cáncer de piel. La piel seca puede ser un problema en los perros ancianos y otra vez, los suplementos con ácidos grasos pueden ser beneficiosos para ellos.

Callos:

Son también muy comunes en perros ancianos y más de razas grandes; parte de la razón es por la tendencia que tienen de estar echados más tiempo sobre sus codos y otras partes.

Resumen:

Los perros ancianos pueden experimentar cambios en las funciones de su cuerpo. Algunos tienen cambios más pronunciados que otros, y en algunos los cambios pueden comenzar a una edad menor.
Conocer qué cambios pueden ocurrir, le ayuda a Ud. y a su perro a enfrentarlos. Hay muchas formas de ayudar a nuestro anciano a adaptarse a esos cambios. Ud. debe controlar a su perro más de cerca. Y no culpe a los cambios en la actividad o comportamiento de su perro solo a "se está poniendo viejo"; muchos cambios pueden ser también síntomas de enfermedades serias. Si Ud. está en la duda, consulte a su veterinario.

 

 

 

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